lunes, 9 de mayo de 2011

El TC ¿órgano jurisdiccional o político?


El TC es el órgano encargado de velar por el efectivo cumplimiento de la Constitución, la ley más importante de nuestra jerarquía normativa.Tiene la atribución de revisar la adecuación de las leyes,y procesos referentes a la constitución y eventualmente de los proyectos de ley y los decretos del poder ejecutivo, a la Constitución, realizando un examen de constitucionalidad de tales actos.

De acuerdo al modelo kelseniano, el Tribunal Constitucional actúa como un legislador negativo, pues carece de la facultad de crear leyes pero, en el caso de que entienda que una de las promulgadas vulnera lo dispuesto en la Constitución, tiene poder para expulsarla del ordenamiento jurídico, declarando su inconstitucionalidad.

Expuestas ya, más o menos,ideas teoricistas cuya vigencia y aplicación en la vida diaria de nuestro país, está mas que susceptible de duda, nos planteamos la siguiente cuestión: ¿El TC es un órgano jurisdicional o político? Obviamente es jurisdiccional, ya que quien diga lo contrario muestra grandes deficiencias en su furmación sobre el mundo del Derecho. Pero que sea un órgano jurisdiccional, recogido y reconocido en la CE, ¿es excluyente para afirmar que el grado de politización de éste es máximo? En nuestra opinión, la respuesta es que no.

Actualmente creemos que el TC está demasiado politizado, lo que le hace perder la eficacia teórica para la que supuestamente fue creado. En nuestra opinión esto en gran medida se solucionaría limitando la elección de sus miembros a las fuerzas políticas, ya que sino los miembros del TC apoyarán una u otra decisión en función de intereses partidistas. Un claro ejemplo actualemente es la legalización del partido BILDU o la excarcelación del etarra Troitiño.

LLendo un poco más allá, ya que el fin de esta entrada es reflexionar sobre la ineficacia de un órgano tan importante como el TC, ¿podríamos decir que este mal no sólo afecta al TC sino también al poder judicial en su conjunto? La respuesta varía en función de las personas y de sus diversas opiniones.

Con todo lo mencionado anteriormente habría que replanterase si la división de poderes en nuestro país pasa por su mejor momento o por el contrario, como dicen muchos, Montesquieu ha muerto. Si se reconoce que la división de poderes no pasa por su mejor momento es de obligado cumplimiento replantearse, a continuación, la siguiente pregunta: ¿Vivimos en un sistema democrático tan firmemente asentado como en países con una sobresaliente tradición democrática?

1 comentario:

  1. El problema es que en la titulación de grado aún tiene algo de sentido pues los años necesarios para obtener la titulación son menos, sin embargo no me parece justo que los que ahora están cursando la licenciatura tengan que hacerlo igualmente porque, al igual que ellos otros han salido antes con los mismos estudios y no han necesitado ningún examen para ejercer de abogados o procuradores.

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